“La sconosciuta”

Guión y dirección: Giuseppe Tornatore.
Con Xenia Rappoport, Michele Placido, Claudia Gerini, Margherita Buy, Pierfrancesco Favino, Piera Degli Esposti, Clara Dossena, Alessandro Haber y Ángela Molina. Fotografía: Fabio Zamarion.
Música: Ennio Morricone.
Edición: Massimo Quaglia.
Diseño de producción: Tonino Zera.
Distribuidora: Impacto Cine.
Opinión del film: Muy bueno
La película arrasó con los premios David Di Donatello (máxima distinción para el cine en Italia) a la mejor película, dirección, actriz protagónica, música y fotografía. Filmada en Trieste y Venecia, la película costó 8 millones de Euros y representó para su director una esperada reconciliación con el público y la crítica.
La sconosciuta en cuestión es interpretada por Xenia Rappoport, una actriz rusa que nos animamos a decir que va a dar que hablar. En la película se destaca en el papel de una joven y enigmática mujer llegada de Ucrania que no se detiene ante nada para ganarse un lugar de confianza como la niñera de una familia de clase media alta. Pronto se establece un lazo muy especial, pero también perturbador, entre esta mujer y la niñita que debe cuidar. A lo largo de este thriller psicológico escrito por Tornatore (en colaboración con Massimo De Rita), ya nos iremos enterando de qué es lo que realmente se propone esta desconocida.
Mientras tanto no sabemos nada de esta mujer. Sólo que parece escapar de un pasado que la vincula a una red de prostitución, a una variada gama de humillaciones y a un amor que ya no está. Escenas fuertes a las que no nos tiene acostumbrados Tornatore, pero que no molestan tanto por lo explícito, como por su relativa contribución a la historia principal que se está contando. Y es que lo más destacado del relato no pasa por la denuncia social sino por la intensidad que se logra con las historias más pequeñas. Es en la magnífica construcción de personajes, en las excelentes actuaciones (se suman a la protagonista un siniestro Michele Placido y la niña Clara Dossena) y en el clima de angustia e intriga, de la mano de la espectacular banda sonora de Ennio Morricone, que la película gana en interés.
En definitiva, una muy buena opción para disfrutar en el cine de la película más oscura de Giuseppe Tornatore.
Por Javier Conigliaro
Giuseppe Tornatore


“Nuovo Cinema Paradiso” es una película que ha cautivado por su emotividad y que en algunos casos puede llegar a cierto desborde sensiblero. De todas maneras este toque melodramático no le resta méritos a una historia que como sugiere el título nos presenta un típico cine de pueblo, un lugar de reunión y encuentro para una época en donde no había televisión. Y en el racconto de esa historia, aparece desde el cura que censura los besos que se ven en la pantalla, la historia de un chico que encuentra en un grandioso Philippe Noiret (el proyectorista de ese cine) a un padre postizo y a un gran amigo. Es también una historia de amor por las películas, en uno de esos viejos cines donde daban de a dos y tres películas en continuado. Donde se podía ver desde una de Kurosawa hasta una de John Wayne pasando por Chaplin, antes que nos invadiera por completo el cine pochoclero.

En 1990 estrena la película “Stanno tutti bene” (Están todos bien), interpretada por Marcello Mastroianni, un viudo siciliano que emprende un viaje a través de Italia para ver cómo están sus hijos. Se detiene en Napoli, Roma, Firenze, Milano y Torino. En palabras del mismo director, es una película sobre la incomunicación y la mentira. Sobre como se reducen las grandes distancias (fax o satélite en la época en que se realizó el film, ahora tenemos mail) y de como se alargan las cortas. Aunque al igual que con su película anterior gana un David di Donatello (principal premio en Italia) por la música de Morricone y un “Nastro d’argento” por mejor guión original, no tiene el éxito de público que se esperaba. Es un film revalorizado hoy día y de hecho Robert De Niro va a protagonizar una remake prevista para el año próximo.
Después del film con Mastroianni, comienza un ciclo errático con películas que denotan un cierto declive artístico junto a otras que tienen buena respuesta tanto de crítica como de público. Dentro de las películas que no pasarán precisamente a la historia tenemos a “Una pura formalità” (Una pura formalidad - 1994), una historia en la que Gérard Depardieu es un escritor retenido por la policía con pretextos casi absurdos; un thriller psicológico que tiene la particularidad de contar con el coprotagónico de Roman Polanski.
Luego de realizar el documental “Lo schermo a tre punte”, Tornatore “torna” con “L’uomo delle stelle” (el hombre de las estrellas), película en la que Sergio Castellito es un camarógrafo algo charlatán y que con el pretexto de hacer un “casting” para importantes directores romanos, recorre distintos pueblitos cobrando un dinerillo a sus ingenuas víctimas. La película tiene un estilo picaresco pero, como suele suceder con este director, no falta el toque melodramático. Este film obtiene premios en el Festival de Venecia y el David di Donatello a mejor dirección así como una nueva nominación al Oscar para Mejor Película Extranjera.


Como ya vimos, Tornatore volvió a lo grande con “La sconosciuta” y terminó de filmar su última obra “Baaria, la porta del vento” (Bagheria, la puerta del viento), un film personal, tanto que el nombre del título refiere – en fenicio – a su pueblo natal.
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